Más vale prevenir que curar: El futuro de la seguridad en las obras
Las obras de construcción son lugares peligrosos para trabajar, con muchas herramientas y maquinaria que necesitan una supervisión constante y la posibilidad siempre presente de que los pequeños errores tengan consecuencias mortales. Para gestionar estos riesgos, el sector debe dejar de detectar y responder a las emergencias y, en su lugar, recurrir a las tecnologías conectadas para adoptar un enfoque preventivo y proactivo, como explica John Newbury, director de innovación de productos de la empresa de soluciones inalámbricas Ramtech.
Desde la protección de cientos de trabajadores de la construcción de un túnel bajo el río Támesis hasta la protección de siglos de historia contra el riesgo de incendio durante las obras de rehabilitación del castillo de Nottingham, la protección de las obras de construcción contra posibles catástrofes y emergencias es vital.
Está bien documentado que las obras de construcción son lugares peligrosos para trabajar; la extrema probabilidad de que se produzcan daños por incendio, robos, emergencias médicas y otras catástrofes está ampliamente reconocida tanto por los constructores como por las compañías de seguros.
De hecho, las últimas cifras del Ministerio del Interior muestran que, entre abril de 2018 y marzo de 2019, los servicios de bomberos y rescate asistieron a 365 incendios en obras de construcción en Inglaterra, lo que supone un aumento respecto a los 333 de 2014/15. Y, según el Ejecutivo de Salud y Seguridad, entre abril de 2019 y marzo de 2020, se produjeron 4.566 lesiones de empleados en las obras de construcción del Reino Unido. De ellas, 40 fueron mortales y el 62% se clasificaron como "lesiones de más de siete días".
Las emergencias y los peligros pueden ser muy devastadores, ya que ponen en peligro a los trabajadores y amenazan la vida y la propiedad del público en las zonas circundantes, por no hablar de lo destructivos que pueden ser en términos de daños a los materiales y retrasos en el programa de construcción.
Un enfoque conectado
Afortunadamente, ahora mismo nuestro mundo está más conectado que nunca. Internet se ha convertido en un componente tan vital de la infraestructura mundial que es poco probable que muchos de nosotros pasemos el día sin conectarnos a la red en un momento u otro. Esto ha creado su propio ecosistema llamado Internet de las Cosas (IoT), que abarca casi 100.000 millones de objetos físicos y les permite comunicarse entre sí. A medida que la IO sigue expandiéndose, el mundo sólo va a estar más entrelazado.
Estamos viendo este aumento constante específicamente en la conectividad por una multitud de razones. Pero la principal es bastante sencilla: el cliente está contento. A medida que surge una tecnología más rápida y capaz de almacenar más datos, se vuelve intuitivamente eficiente y práctica para el usuario final, lo que tiene un impacto real en los resultados y evita los desastres. Es más probable que los clientes adopten el uso de una tecnología que es fácil de aprender y que ofrece una solución a un problema existente. Dado que muchas personas dependen de la tecnología para el trabajo, la escuela, el contacto con los amigos y la familia, y el entretenimiento, es lógico que también se incorpore a las necesidades diarias de seguridad en el lugar de trabajo.
Utilizar la tecnología para mejorar la seguridad de las obras
Aunque una obra de construcción llena de herramientas primitivas y materias primas puede parecer un lugar poco probable para encontrar las últimas innovaciones basadas en la nube, los avances tecnológicos están ayudando a llevar la seguridad 24/7 a las obras. Los equipos inteligentes integrados con una plataforma de software IoT crean una comunidad más segura en la que los trabajadores están conectados con su entorno, los responsables de seguridad y su equipo más amplio. Aunque el sector de la construcción ha ido avanzando en la adopción de la tecnología en los últimos años, la pandemia de Covid-19 ha acelerado esta tendencia hasta niveles nunca previstos.
Por ejemplo, las obras de construcción del año pasado. Algunas funcionaban con un equipo mínimo, con los contratistas aislados y alejados de los servicios de emergencia, y otras estaban cerradas por completo debido a los cierres ordenados por el gobierno.
Sin embargo, los sistemas basados en la nube pudieron implementarse rápidamente, proporcionando una solución de seguridad sofisticada y adaptable para todas las obras, independientemente de su estado operativo. Esta innovación ha proporcionado a los propietarios, los supervisores de proyectos y el personal de seguridad la capacidad de recibir alertas de una variedad de eventos en tiempo real, ayudando a prevenir accidentes, accesos no autorizados, vandalismo y desastres.
La pandemia ha propiciado realmente una mayor adopción de la tecnología, simplemente por el número de personas en las obras. Para lograr el distanciamiento social, se redujo el número de personal permitido en las obras, y la tecnología ha podido llenar algunos de los vacíos en cuanto a la supervisión de los sistemas de seguridad y la generación de datos a distancia.
LLEVAR LA SEGURIDAD EN LA CONSTRUCCIÓN AL SIGUIENTE NIVEL
"Los sistemas inalámbricos de alarma contra incendios han avanzado mucho en las últimas décadas y contribuyen a resolver estos problemas. Por ejemplo, nuestro sistema de alarma contra incendios WES puede conectarse a nuestra plataforma REACT, que supone un auténtico cambio de juego para el sector, ya que cuenta con funciones que reducen el riesgo y evitan que se produzcan incidentes, con lo que se evita por completo la posible pérdida de vidas."
Un mundo post-pandémico
Incluso después de que la pandemia haya terminado, las obras de construcción no aseguradas seguirán siendo vulnerables a numerosas amenazas, como los incendios provocados, el vandalismo, los robos y los accidentes de intrusión, por nombrar algunas. Por ejemplo, la combinación de residuos y material combustible, el entramado de madera y la falta de medios de protección contra incendios pueden convertir una pequeña brasa en un incendio a gran escala. Un incendio puede causar estragos en la vida de las personas a las que afecta y superar las enormes pérdidas puede ser todo un reto. La detección precoz de la amenaza de un incendio puede suponer una enorme diferencia en el resultado, y eso es lo que ocurre ahora mismo con los dispositivos que controlan el humo o el calor.
Sin embargo, en un futuro muy próximo, la tecnología emergente y la exigencia del sector tienen mucho menos que ver con la detección y la respuesta a los incendios: se trata más bien de vigilar los lugares, identificar los riesgos y prevenir las emergencias en primer lugar. Todo el sector espera que la tecnología proporcione una gestión preventiva y proactiva de los riesgos; responder a ellos una vez que se han producido ya es demasiado tarde.
Los sistemas inalámbricos de alarma contra incendios y los sistemas de alerta de emergencia han avanzado mucho en las últimas décadas y contribuyen a resolver estos problemas. Por ejemplo, nuestro sistema de alarma de incendios WES puede conectarse a nuestra plataforma REACT, que supone un auténtico cambio de rumbo para el sector, ya que cuenta con funciones que reducen el riesgo y evitan que se produzcan incidentes, lo que evita por completo posibles pérdidas de vidas humanas.
En la actualidad, se utiliza una innovadora tecnología inalámbrica para alertar a todo el personal pertinente de las emergencias en cuanto se producen, lo que permite detener la situación antes de que se convierta en una catástrofe en toda regla. Sin embargo, de cara al futuro, los datos basados en la nube y la integración de sistemas como REACT con dispositivos wearables, EPI inteligentes y cascos de protección inteligentes, por ejemplo, permitirán ir un paso más allá: dar la alarma ante un riesgo potencial para que ni siquiera se convierta en una emergencia menor.
Mirando al futuro
Tradicionalmente, el sector de la construcción ha sido más lento a la hora de adoptar las tecnologías digitales que han cambiado radicalmente otros sectores. Sin embargo, la creciente necesidad de evitar retrasos y mejorar la seguridad han empujado al sector a adoptar diversas tecnologías, concretamente el IoT. Y a medida que nos vayamos sintiendo más cómodos con las capacidades y la seguridad de la nube y que los cambios imprevistos en nuestro modo de vida se conviertan en la nueva normalidad, la adopción de tecnologías basadas en la nube seguirá expandiéndose.
Cualquier sistema de seguridad funciona mejor cuando sus componentes individuales trabajan juntos de forma cohesionada. La tecnología de máquina a máquina a través del IoT ofrece ahora a esos componentes la capacidad de permanecer conectados de forma instantánea y fiable y "hablar" entre sí y con el personal clave, lo que aumenta en gran medida la seguridad de los empleados y previene riesgos y peligros.
Además, los sistemas personalizables que crean soluciones a medida para adaptarse a las necesidades de una obra ofrecen notificaciones y alertas precisas, específicas y personalizadas, lo que permite alcanzar el objetivo de una protección integral frente a las amenazas tanto internas como externas en obras de construcción de todos los tamaños, independientemente de la singularidad de las necesidades y del estado operativo del proyecto.
Las empresas que están adoptando las tecnologías conectadas ya están cosechando los frutos: tienen la tranquilidad de que las obras cuentan con un nivel adicional de protección de la salud y la seguridad, lo que hace que los trabajadores de la construcción estén tranquilos y sus vidas en buenas manos.
Y cuando miramos hacia el futuro de la seguridad en las obras de construcción, el papel y el poder reales de la tecnología deben estar orientados a los resultados. No basta con utilizar la tecnología para mejorar la forma en que se hacen las cosas en la actualidad y lograr los mismos resultados, sino que los resultados deben cambiar realmente. Por suerte, la tecnología necesaria para ello ya existe; sólo hace falta que las obras que quieran adoptar un enfoque preventivo la adopten.